Cada año se realizan en el mundo aproximadamente 200 millones de cirugías no cardíacas, de las cuales unos 100 millones se llevan a cabo en sujetos mayores de 45 años. Por esta razón la evaluación preoperatoria de riesgo cardiovascular es una consulta frecuente para los médicos clínicos, cardiólogos y anestesiólogos.
Alrededor de 2 millones de pacientes fallecen dentro de los 30 días posoperatorios debido a diferentes complicaciones; las de origen cardiovascular son las más frecuentes, particularmente los eventos isquémicos agudos.
Como consecuencia, la evaluación del riesgo cardiovascular ocupa un lugar central para mejorar los resultados clínico-quirúrgicos mediante distintos tipos de medidas perioperatorias.
Adicionalmente, la evaluación prequirúrgica representa, frecuentemente, la primera evaluación cardiológica a la que se someten las personas y es por eso que se transforma en una oportunidad única para identificar factores de riesgo o patologías cardiovasculares que merecen consejo médico y seguimiento posterior a la cirugía.